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ç sumario www.naturalmentemncn.orgPara recibir
un correo electrónico cuando salga el próximo númeroo
darnos tu opinión escríbenos a
naturalmente@mncn.csic.esLa existencia de vida en suspensión, así como
de diversos tipos de partículas orgánicas y de
nutrientes y sustancias disueltas, supone que el
agua transporta en su seno una gran cantidad de
alimento. Podríamos decir que el agua del mar
es, de alguna manera, un auténtico “caldo nutri-
cio”. Ello ha determinado que buena parte de los
grupos o especies de animales marinos se hayan
adaptado a alimentarse de forma pasiva, por fil-
tración, y a la vida sésil (fija al sustrato). Por el
contrario, en el medio terrestre los animales se
ven obligados a desplazarse para obtener el ali-
mento, mientras que solo los vegetales pueden
vivir fijos al sustrato. En el medio marino plantas
y animales compiten por “la ocupación del terri-
torio” y, de hecho, muchos paisajes o ecosistemas
marinos están constituidos mayoritariamente
por especies animales. El ejemplo más elocuente
de ello lo constituyen los arrecifes de coral, pero
son muchas las comunidades marinas dominadas
fisionómicamente por el componente animal, so-
bre todo en ambientes umbríos. Estos “paisajes
animales” son, desde luego, una característica ex-
clusiva del medio marino.
Algunos de los grandes grupos que comprende
el Reino Animal están constituidos únicamente
por especies sésiles (organismos acuáticos que
crecen adheridos en su sustrato, como las Es-
ponjas, Endoproctos, Pogonóforos, Foronídeos,
Briozoos, Braquiópodos, Ascidias). Otros, como
los cnidarios, aunque cuentan también con espe-
cies de vida libre, son en su mayor parte sésiles
y, asimismo, algunos grupos de animales origina-
riamente móviles (como moluscos y anélidos),
cuentan también con numerosísimas especies
adaptadas a vivir fijas al sustrato y a alimentarse
por filtración.
La vegetación marina
Uno de los principales elementos diferenciado-
res de la vida marina es el componente vegetal.
Como se ha comentado, en el mar la mayor par-
te de la producción primaria está originada por
diminutos organismos fotosintetizadores unicelu-
lares (fitoplancton), mientras que en el medio te-
rrestre procede, por el contrario, de los organis-
mos más conspicuos: las plantas con flores. En el
medio terrestre son los vegetales los elementos
estructurales de casi todos los ecosistemas y los
responsables de la existencia de una gran multi-
plicidad de nichos ecológicos.
La vegetación marina macroscópica, que está
constituida, sin embargo, mayoritariamente por
algas (unas 30.000 especies en todo el mundo),
encuentra en este medio un importante núme-
ro de limitaciones. En primer lugar, precisan de
la luz, lo que determina que la mayor parte de
ellas se distribuyan por encima de los 50 m (por
debajo de esta profundidad solo se desarrollan
unas pocas especies de algas rojas, que no se
extienden más allá de los 100-150 m). Por otro
lado, las algas precisan de un sustrato sólido
para asentarse (con muy pocas excepciones),
al carecer de raíces. Los dos factores anterio-
res limitan mucho el espacio disponible para el
desarrollo de los macrófitos, pues más del 70%
de los fondos de las plataformas continentales
están cubiertos de sedimentos. Pero además,
los vegetales marinos no son los únicos orga-
nismos capaces de fijarse al sustrato, sino que
deben competir con los animales sésiles por la
ocupación del mismo. Todas estas limitaciones
no se dan en tierra firme, lo que ha permitido la
Solo unas 60 especies de fanerógamas se han
adaptado plenamente al medio marino y forman
praderas en los sustratos sedimentarios superfi-
ciales. En la foto pradera de C
ymodocea nodosa
en
la costa de Murcia.
“Las praderas submarinas
constituyen uno de los
ecosistemas litorales más
importantes y característicos
y desempeñan un importante
papel en la dinámica, biología y
redes tróficas costeras”