16
n
atural
mente
15
ç sumario www.naturalmentemncn.orgPara recibir
un correo electrónico cuando salga el próximo númeroo
darnos tu opinión escríbenos a
naturalmente@mncn.csic.esvestigación. Se podría decir que conocía todos
sus secretos. Bueno, todos todos no. Me faltaba
un rincón escondido entre los árboles, una casita
frente a un lago, como sacada de un cuento: el
Departamento de Comunicación. Desde el prin-
cipio me había atraído la divulgación científica y,
puesto que seguía de cerca las actividades y ex-
posiciones del museo, me animé a probar suerte
en aquel mundo.
He de reconocer que antes de empezar, no
estaba muy motivada. Pensaba en ello como
una experiencia más, una oportunidad de pro-
“Mi estancia en el MNCN me pareció
maravillosa. Leer artículos, entrevistar a
investigadores o redactar notas de prensa hizo
que volviera a valorar el mundo natural que
casi había olvidado”
bar algo nuevo, pero sentía que no debía ilu-
sionarme demasiado para no llevarme otra
decepción. Nunca imaginé lo mucho que iba
a disfrutar mi estancia allí. En el Departamen-
to de Comunicación, me dejaron participar en
todo, me pidieron opinión e incluso consejo,
en definitiva, me trataron como a una más. Y,
por si fuera poco, el trabajo me pareció mara-
villoso. Leyendo artículos, entrevistando inves-
tigadores, redactando notas de prensa, volví a
empaparme del mundo natural que casi había
olvidado. Inesperadamente, recuperé el cariño
que siempre había tenido por la naturaleza y
el estudio de la Biología. Por fin parecía había
encontrado mi lugar, un sitio en el que sentía
que encajaba.
Ahora, echando la vista atrás a mi corta tra-
yectoria como bióloga, observando este proce-
so de construcción, destrucción y reconstruc-
ción como una mera espectadora de mi propia
vida, me siento como uno de esos animales que
tanto adoro: las tortugas marinas. Después de
vagar sin rumbo durante tanto tiempo, luchan-
do contra la fuerza de las corrientes, huyendo
de los depredadores que siempre andan al ace-
cho para comerse al más débil, al que menos
ruido hace, regreso, ya sea por intuición, por
instinto o por algún mecanismo que se implan-
tó en el cerebro de alguno de mis antepasados,
a la orilla de la que emergió el germen de mi pa-
sión por la Biología. Quiero pensar que durante
mi corta estancia en esta playa he puesto algu-
nos huevos en forma de escritos que quizás lo-
gren sobrevivir. Textos que espero que cuando
lleguen al público, hagan emerger del cascarón
pequeñas mentes curiosas que decidan seguir
mi camino y el de muchos otros: el del estudio
de la naturaleza
n
Ejemplar de león afri-
cano enseñando los
dientes a los visitantes
del MNCN./ Jairo O.