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Para recibir o
darnos tu opinión escríbenos a
como si fueran un módulo más de la exposición,
llegando incluso a contar con una escenografía
propia.
Es habitual utilizar ejemplares pertenecientes a
los fondos de las distintas colecciones del Museo
así como materiales auxiliares adecuados a cada
caso: utensilios científicos, material gráfico como
fichas de trabajo diseñadas especialmente para el
taller y documentos de consulta que contienen in-
formación para dar respuesta a los interrogantes.
Estas actividades, que se desarrollan desde el
curso 1991/92, tienen como denominador co-
mún su propuesta metodológica basada en pro-
piciar la actividad y participación de los alumnos.
Teniendo como referente el aprendizaje por des-
cubrimiento dirigido, los asistentes son conduci-
dos por un educador del Museo que ejerce como
mediador en el proceso. Los niños desarrollan
distintas tareas encaminadas a la adquisición de
conceptos relativos al área de las ciencias de la
naturaleza; procedimientos acordes con el méto-
do científico; actitudes coherentes con el medio
ambiente y aproximaciones, en la medida de lo
posible, a la realidad del trabajo de los científicos
y a las colecciones del Museo. Para los niveles
superiores, se organizan en el Museo, talleres-
laboratorio con casos prácticos, demostraciones
y mayor contenido científico.
Para realizar este tipo de actividades con alum-
nos de educación infantil y primaria, se acordonan
distintos espacios a lo largo de las exposiciones
donde se realizan los talleres. Esta forma de simul-
tanear diferentes actividades a la misma hora hace
que, en ocasiones, lleguen a trabajar hasta 12 edu-
cadores a la vez y el espacio se transforme en un
lugar donde impera la interactividad. El 86% de los
grupos escolares que visitan el Museo participan
en alguna de las actividades del programa educativo.
Además de los talleres, se continúa experi-
mentando con nuevas propuestas que como la
organización de congresos científicos para esco-
lares, actividades nocturnas, la incorporación de
las nuevas tecnologías y otros recursos artísticos
como el teatro.
Conclusiones
El desarrollo y la evolución de la implementa-
ción en el MNCN de los diferentes programas
educativos de divulgación científica para escola-
res debería servir de modelo para establecer
criterios claros para diseñar programas que acer-
quen la ciencia a los alumnos de manera espe-
cífica y efectiva. Promover vocaciones científicas
entre los más jóvenes, y captar y fidelizar al visi-
tante adulto siguen siendo objetivos prioritarios
en los museos de historia natural. Esta debería
ser la apuesta de todo museo relacionado con
la ciencia que quiera encontrar un lugar activo y
asumir una actitud comprometida con la Socie-
dad del Conocimiento n
“Durante estas
experiencias los
alumnos se aproximan,
en la medida de lo
posible, a la realidad
del trabajo de los
científicos y a los
ejemplares de las
colecciones del Museo”
El guiñol sobre la historia del museo / Alfonso Nombela Tomando notas entre los dinosaurios / Alfonso Nombela