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Expedición a laAntártida: proyecto PINGUFOR*
hasta principios del mes de febrero de 2017 se
ha desarrollado la
PINGUFOR en la que hemos participado investi-
gadores del Museo Nacional de Ciencias Natura-
les del CSIC, la Estación Experimental de Zonas
Áridas del CSIC, la Universidad de Alcalá de He-
nares y la Universidad de Giessen en Alemania.A
grandes rasgos, el es inves-
tigar cómo se alimentan los pingüinos antárticos
en el mar.
El trabajo se llevó a cabo en dos de las especies
de pingüinos que habitan la península antártica, el
. La llegada a
la zona de estudio se hizo por tanto en dos fases,
en la primera, llegamos a la isla Livingston en el
pingüinos ajustan su comportamiento a los recur-
sos marinos. De los mismos animales a partir de
muestras de sangre, también sabemos cómo es
su condición física, su alimentación y cómo estos
factores pueden influir en su comportamiento.
n los que he-
mos estado disfrutando de fantásticos paisajes ro-
deados de naturaleza en una región que se puede
considerar un laboratorio natural. No obstante, el
trabajo no acaba al dejar la Antártida, queda toda-
vía mucho que hacer en los laboratorios del Mu-
seo Nacional de Ciencias Naturales, analizando las
muestras y los datos recogidos. Es el momento de
comunicar los resultados de nuestro trabajo en
artículos científicos, congresos y reuniones, ade-
más de divulgarlo a la sociedad.
Andrés Barbosa
archipiélago de las Shetlands del Sur a bordo del
buque del CSIC donde
llevamos a cabo la investigación sobre el pingüino
papúa. En este emplazamiento estuvimos vivien-
do durante tres semanas en un que,
dependiente de la base antártica española Juan
Carlos I gestionada por el CSIC, está compuesto
por dos iglús de 6 por 2 metros y varias
Casi en paralelo otros miembros de
la expedición llegaron en esta ocasión mediante
un avión hasta la isla Rey Jorge donde existe un
pequeño aeródromo y desde allí, a bordo del Sar-
miento de Gamboa, a donde se
ubica
gestionada por el Ejército de Tierra y donde
estuvimos para preparar y realizar
el trabajo con la otra especie, el pingüino barbijo.
ha consistido en la colocación a los
pingüinos de dispositivos que incluían un GPS,
un profundímetro y acelerómetros durante cin-
co días después de los cuales eran retirados para
descargar los datos registrados, recargar las bate-
rías y dejarlos listos para colocarlos en nuevos in-
dividuos.Con ellos conseguimos conocer a donde
van a comer los individuos marcados, el tiempo
que emplean en llegar a las zonas de alimentación,
y el que utilizan para alimentarse, sus perfiles de
buceo y la energía que necesitan para toda esta
actividad. Mediante el uso de datos que muestran
las características de productividad del océano
como concentración de clorofila y temperatura
tomados por satélites, conoceremos cómo los
Vista del campamento Byers de la isla Livingston que ges-
tiona el Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC)
Pingüinos barbijos, una de las especies estudiadas,
portando un dispositivo en la espalda..