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ç sumario www.naturalmentemncn.orgPara recibir
un correo electrónico cuando salga el próximo númeroo
darnos tu opinión escríbenos a
naturalmente@mncn.csic.esSi se comparan las cifras de pérdidas económi-
cas y de víctimas en los terremotos anteriores,
puede observarse que por cada dólar de pérdi-
das económicas, las pérdidas en vidas humanas
son muy variables y éstas no son una consecuen-
cia directa del tamaño del terremoto.Así, el índi-
ce que resulta de dividir el número de víctimas
mortales por el coste económico para los países
desarrollados suele estar entre 0,01/$-0,03/$,
mientras que para los países menos desarro-
llados es mayor en tres órdenes de magnitud y
suele estar en el rango 2/$-27/$.
Algunos ejemplos de terremotos recientes sir-
ven para ilustrar cómo frecuentemente y a pesar
de que el conocimiento científico existe, éste no
llega a implementarse.
En 2008, tres años antes de ocurrir el terre-
moto de Japón de 2011 se disponía de eviden-
cias reflejadas en la literatura científica de un
terremoto muy antiguo que produjo un tsunami
similar al de 2011, que barrió las costas japone-
sas y produjo el accidente en la central nuclear
de Fukushima. Parece evidente que los mecanis-
mos para comunicar estas nuevas evidencias
científicas a los responsables de las defen-
sas en las costas fallaron.
En los años que precedieron al
terremoto de Haití de 2010,
algunos investigadores se dirigieron al gobierno
para comunicarle evidencias científicas de sus
investigaciones en la región que indicaban que
las medidas de las deformaciones de la corteza
sugerían que podría estar próximo a producirse
un terremoto similar a los dos ocurridos en el
siglo XVIII y que destruyeron la antigua Puerto
Príncipe. La administración les prestó atención
pero no tuvo la capacidad necesaria para actuar.
Por último, en el caso del terremoto de L’Aquila
del 6 de Abril de 2009 en Italia, el desastre ocu-
rrió como consecuencia de la dificultad inherente
para comunicar eficazmente una incertidumbre
estadística. Después de ocurrir el terremoto, los
científicos encargados de evaluar e interpretar
la gran cantidad de sacudidas previas que venían
produciéndose en la región en los meses ante-
riores fueron acusados de proporcionar infor-
mación incompleta, inexacta y contradictoria.
Seis científicos y un funcionario público fueron
inicialmente acusados y condenados a seis años
de cárcel por no ser capaces de alertar a los habi-
tantes de la región de L’Aquila del terremoto que
acabaría con la vida de 308 personas, para ser
finalmente absueltos. Un hecho sin precedentes
en la historia del derecho internacional, ya que
hasta ahora la responsabilidad de este tipo de ca-
tástrofes habían recaído en las administraciones
públicas, nunca en los científicos encargados de
llevar a cabo las investigaciones en las que es-
tas se basan para actuar. En la misma región de
los Apeninos italianos tuvo lugar el reciente te-
rremoto de Amatrice de Agosto de 2016 y cien
años antes el terremoto de Avezzano de 1915,
que causó la muerte de 33.000 personas.
A partir de las experiencias recientes se evi-
dencia que la tendencia actual de aumento de
las víctimas y pérdidas causadas por los terre-
motos puede invertirse con la contribución de
las investigaciones de sismólogos e ingenieros y
la implementación de medidas tanto estructura-
les como no estructurales (códigos sísmicos, uso
del suelo, etc.) que permitan disminuir el riesgo
debido a estos fenómenos
n
“Se puede reducir el
número de víctimas con
la implementación de las
medidas estructurales y de
actuación que proponen las
investigaciones de sismólogos
e ingenieros”
t
San Francisco, 1906