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darnos tu opinión escríbenos a
naturalmente@mncn.csic.escuento. Así, los gusanos del género
Gordius
son
expertos en provocar que saltamontes, mantis o
escarabajos -quienes en condiciones normales ja-
más osarían acercarse a un curso de agua- termi-
nen arrojándose a un charco en el que perecerán
ahogados, con la intención de que las larvas del
gusano, incapaces de nadar, vuelvan ya desarrolla-
das al medio acuático en el que estos organismos
viven durante su fase adulta.
Oye, y ¿qué decir del famoso
Toxoplasma gondii
?,
un microscópico organismo unicelular capaz de
inducir un cambio radical en el comportamiento
de los roedores. Este protozoo causa una modifi-
cación tan extrema de la conducta de los ratones
que éstos no solo pierden el natural miedo hacia
los gatos, su principal depredador y hospedador
definitivo del parásito, sino que incluso se ven irre-
sistiblemente atraídos por el aroma que despren-
de la otrora repulsiva orina del felino que, ante tal
osadía, irremediablemente los va a devorar.
Pero si de lo que se trata es de conocer al “ma-
nipulador de mentes” por excelencia, no queda
otra alternativa que hacer de tripas corazón y
presentar a un desagradable gusano plano llama-
Bradizoítos de
T. gondii
enquistados en el cerebro
de un ratón. / David Fergurson, de la Universidad de
Oxford. Obtenida de la web
“Para vivir a expensas de
otro organismo la selección
natural ha otorgado a los
parásitos enormes dosis de
creatividad para engatusar a
sus víctimas”
pedador; y allí, entre las cálidas entrañas de un
pajarillo satisfecho, se desarrollarán como gusa-
nos adultos dispuestos a reproducirse y perpe-
tuar este extraordinario ciclo de vida y muerte.
La estrategia utilizada por
Leucochloridium pa-
radoxum
es, sin duda, llamativa, mas no es ni de
lejos la maniobra más creativa que pueden imple-
mentar los parásitos.Tomar el cuerpo de un pe-
queño molusco al que has dejado ciego y utilizar
sus tentáculos para hacer señales al depredador
que te debe cobijar y mantener no deja de ser
sorprendente; pero ¿qué les parecería conocer
un parásito no solo capaz de poseer el cuerpo
de otro organismo, sino también de controlar su
comportamiento?... seguramente ciencia ficción.
Pues lo cierto es que no existe solo uno, cono-
cemos múltiples organismos que muestran la ex-
traordinaria capacidad de manipular la “mente”
de otros seres vivos con la finalidad de vivir del
trematodo eclosionarán, originando una enorme
cantidad de larvas que se van a enquistar en sus
órganos. Dos de esos quistes, rellenos con una
multitud de larvas de gusano, se establecerán en
un lugar muy concreto de la anatomía del caracol:
los soberbios tentáculos que coronan su cabeza.
El caracol, completamente ciego por los quis-
tes larvales que saturan sus antenas, es incapaz
de distinguir la claridad de la oscuridad en la que
acostumbra a guarecerse de sus depredadores y,
con relativa frecuencia, termina por mostrarse
impúdicamente en las zonas más expuestas del
terreno.Además, por si esta actitud suicida indu-
cida por la falta de visón no fuera suficiente para
atraer al depredador alado, las larvas contenidas
en los quistes de las antenas del caracol comien-
zan a desplazarse rítmicamente hacia delante y
hacia atrás. Un
vistoso ritualque, debido a la co-
loración alternante que presentan los gusanos in-
maduros,muestra al pobre caracol como un cebo
infalible para cualquier pájaro que se asome por
las alturas. Cuando, fruto de la llamativa acción
del parásito, el caracol haya sido depredado, las
larvas de
L. paradoxum
alcanzarán finalmente su
objetivo: el intestino de su nuevo y definitivo hos-
“No soy capaz de concebir
estrategias de adaptación a
las condiciones del medio tan
inverosímiles e imaginativas
como las implementadas por
los organismos parásitos”