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n
atural
mente 8
ç sumarioPensar en arte rupestre en España nos trasla-
da inevitablemente a las cuevas de Altamira, que
fueron descubiertas en 1879 y constituyen el
primer y más importante hallazgo del arte pre-
histórico en España. Pero la riqueza en arte ru-
pestre de nuestro país va mucho más allá de las
famosas cuevas cántabras.
te las horas de luz y registraban con todo detalle
los hallazgos para estudiarlos después detenida-
mente en el laboratorio. Su trabajo no siempre
resultaba fácil, bien por lo abrupto de las paredes
o porque la cuevas se hallasen lejos de las pobla-
ciones, lo que les obligaba a cargar con pesadas
mochilas para poder acampar en el lugar.
La labor de los artistas requería maestría
y sutileza para copiar las pinturas rupestres
sin dañarlas. El calco era el método de trabajo
preferido por la Comisión de Investigaciones
Paleontológicas y Prehistóricas, de modo que
los artistas calcaban directamente con papel
vegetal sobre el dibujo rupestre quedando re-
producidas a escala 1:1; cuando los murales
eran muy grandes necesitaban varios calcos
para completarlos. Usaban gran variedad de
soportes como papel de calco, de dibujo, car-
tulinas, hojas de apuntes... Para dibujar utiliza-
ban lápices y tintas de diferentes colores, con
un claro predominio del negro, carboncillos,
ceras, acuarelas o pasteles.
Resulta curiosa la pertinaz escasez de presu-
puesto para la ciencia en nuestro país, algo cró-
nico por otra parte, que les llevó en ocasiones a
reutilizar el papel o a emplear pequeños trozos
para paliar la falta de material.
Carmen Martínez
@cmlchao
se debe a un sutil equilibrio entre la compo-
sición del pigmento, la superficie de la roca y
las características ambientales del abrigo o la
cueva. En ocasiones, sin embargo, no se han
dado las condiciones idóneas para su conser-
vación, o bien, la fatal intervención humana ha
provocado la destrucción de las pinturas en
algunas localidades.
Calcos que sacan el arte de las cuevas
“La labor de los artistas
requería maestría y
sutileza para copiar las
pinturas rupestres sin
dañarlas. El calco era el
método de trabajo preferido
por la CIPP”
Por eso es tan valiosa la esforzada tarea de
aquellos científicos y artistas que, pertrechados
de todos los elementos necesarios para repro-
ducir fielmente las pinturas que lucían las pare-
des de esas cuevas, pintaban sin descanso duran-
La creación en mayo de 1912 de la Comisión
de Investigaciones Paleontológicas y Prehistó-
ricas (CIPP) fue el inicio del periodo más fruc-
tífero de descubrimientos de arte rupestre de
la Península Ibérica. El trabajo de la Comisión
incluyó la reproducción sistemática a través de
copias en papel de buena parte de esas obras.
El minucioso trabajo que desarrollaron hace
posible que hoy podamos disfrutar de las pin-
turas que nos dejaron nuestros antepasados.
El arte rupestre es un patrimonio frágil. Que
haya logrado conservarse hasta nuestros días
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