13
n
atural
mente
13
ç sumario www.naturalmentemncn.orgPara recibir
un correo electrónico cuando salga el próximo númeroo
darnos tu opinión escríbenos a
naturalmente@mncn.csic.esdo
Dicrocoelium dentricum
. Se trata de un trema-
todo de entre 6 y 10 mm de longitud que tiene
boca pero carece de ano y cuyos huevos se en-
cuentran invariablemente en el suelo; demasiado
alejados del hígado de vacas, cabras y ovejas don-
de los gusanos adultos pasan confortablemente
sus días tirados a la bartola.
moso personajillo de las revistas del corazón se
tratara, las hormigas poseídas por las crías de
D.
dentricum
se muestran totalmente confundidas al
caer la noche.Tan despistadas están que se dedi-
can a trepar irreflexivamente por las briznas de
hierba hasta alcanzar su ápice y morderlo fuer-
temente. Allí, como aceitunas ensartadas en un
palillo, esperarán hasta el amanecer, momento en
el que los herbívoros forrajean. Con un poco de
suerte, buena para el parásito y funesta para el
insecto, una vaca se las comerá junto al pasto, y
las larvas de
D. dentricum
por fin llegarán al híga-
do del animal. Si no hay suerte, ¡no pasa nada!,
las hormigas se retiran a su hormiguero duran-
te las horas de más calor, cuando los herbívoros
descansan, para retomar tan excéntrico ritual una
vez llegada la noche.
Hormiga, infectada por el parásito
Dicrocoelium den-
tricum
, enganchada al ápice de una brizna de hierba. /
Larisa Zundukova
“El ‘manipulador de
mentes’ por excelencia es
Dicrocoelium dentricum
un gusano cuyos huevos se
encuentran en el suelo, lejos
del hígado de vacas, cabras
y ovejas donde viven los
gusanos”
Con la finalidad de alcanzar esa especie de pa-
raíso gusanil localizado en las tripas de un herbí-
voro,
D. dentricum
es capaz de utilizar a dos hos-
pedadores intermedios: un caracol y una hormiga.
Los caracoles ingieren los huevos del parásito
de forma accidental mientras se alimentan entre
el espesor de la maleza; y es en su interior don-
de eclosionan engendrando unas minúsculas y
molestas larvas. Tan fastidiosos son los retoños
del trematodo para los caracoles que éstos los
liberan al exterior envueltos en una espesa mu-
cosidad.Y resulta que lo que para algunos puede
parecer una asquerosidad, para otros, y no me
refiero a las crías humanas dedicadas en cuerpo
y alma a hurgarse la nariz, se muestra como una
delicia: las hormigas devoran con deleite las pelo-
tillas rellenas de larvas que han sido expulsadas
por un caracol infectado.
Una vez en el interior de la hormiga, algunas
de las larvas del gusano se van a dirigir al sistema
nervioso central del insecto, induciendo en él un
curiosísimo comportamiento. Como si de un fa-
Parásito del género
Dicrocoelium
visto a través del mi-
croscopio óptico.