NaturalMente3 - page 18

18
n
atural
mente3
ç
Trabajo de campo en un torrente deMallorca.
Paralelamente,en la década de los 90muchos
biólogos de todo el mundo empezaban a dar-
se cuenta de que cada vez resultaba mas difícil
encontrar anfibios en su medio natural.Ya no
se trataba de impresiones subjetivas, los datos
eran concluyentes: los anfibios estaban des-
apareciendo de forma generalizada en todo el
mundo, aunque aún no se entendíamuy bien el
por qué.Afortunadamente, Peñalara había sido
declarado ParqueNatural, y se estaban hacien-
do grandes esfuerzos,
nunca antes realiza-
dos en otro espacio
natural en España,
por recuperar su en-
torno y conservar
sus valores naturales.
Tras casi una déca-
da de estudios sobre
el comportamiento
del sapo partero en-
tremicrófonos, altavoces y software de análisis
de sonido, todo cambió en 1997.Varias perso-
nas empezaron a encontrar pequeños sapos
parterosmuertos en las orillas de las lagunas de
Peñalara, y cuando en 1999 regresé demi etapa
de estudio en la selva panameña pude compro-
bar horrorizado cómo el númerode renacuajos
de sapo partero había descendido drásticamen-
te.Ya no era posible escuchar esosmaravillosos
coros de machos alrededor de las lagunas y, en
su lugar, era posible observar como los rena-
cuajos morían por miles al terminar su meta-
morfosis al borde del agua.
¿Qué estaba pasando?, ¿cómo era posible que
en un espacio protegido y bien conservado pu-
diera ocurrir algo así?
Lamentablemente no tardamos en darnos
cuenta de que estamos lidiando con el primer
caso conocido en toda Europa de una enferme-
dad fúngica que convertiría a los anfibios en el
grupo de vertebrados mas amenazados y, por
ende, en el grupo demoda de una disciplina que
cada día cobra más fuerza: la biología de la con-
servación.
De nada sirve co-
nocer el apasionante
comportamiento de
los anfibios si, como
está ocurriendo, mu-
chas especies se ex-
tinguen en su medio
por culpa de nuevas
enfermedades infec-
ciosas que el hombre,
y el consabido cambio global, está favoreciendo
de forma implacable.
Desde entonces todos nuestros esfuerzos
se han centrado en estudiar esta enfermedad,
conocida como quitridiomicosis, y hemos sus-
tituido los apasionantes experimentos con lla-
madas de apareamiento por estudios de inci-
dencia y ensayos para su tratamiento.Tras más
de una década estudiando la biología del hongo,
recientemente hemos podido intentar aplicar
soluciones. En Peñalara, y gracias a la inusual
sensibilidad de sus gestores, especialmente
su director conservador JuanA.Vielva, hemos
puesto en práctica múltiples alternativas. He-
mos creado nuevas masas de agua y refugios
para favorecer la reproducción de los sapos
parteros, hemos ensayado distintos tratamien-
tos de los animales infectados mediante fungi-
cidas, bacterias simbiontes que ayudan a elimi-
nar el hongo o vacunas con cepas del hongo
menos virulentas.También hemos ‘rescatado’ a
unos pocos ejemplares que sobrevivieron a la
epidemia, y hemos conseguido que se repro-
duzcan en cautividad y que sus descendientes,
en teoría con mejores defensas contra el hon-
go, vuelvan a las lagunas que nunca debieron
quedar vacías.
EnMallorca, donde vive una especie única de
sapo partero, también hemos intentado poner
remedio a la enfermedad.Hemos recogidomi-
les de larvas infectadas de torrentes de muy
difícil acceso, tratándolas en instalaciones crea-
das ex profeso y devolviéndolos en helicóp-
tero para evitar que sufrieran daños.También
en Mallorca, y en otras zonas de la Península
“Conviene recordar que, aunque
nosotros somos los quemás
estamos contribuyendoa la
dispersiónde estasnuevas
enfermedades, también somos
losúnicos capacesde encontrar
soluciones”
1...,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17 19,20,21,22,23,24,25,26,27,28,...76
Powered by FlippingBook