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n
atural
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ç sumario www.naturalmentemncn.orgpredecesor directo de nuestro nombre científi-
co de la especie, previsto para uso cotidiano, de
ahí lo de “trivial”.
La obra, el sistema y la nomenclatura de Lin-
neo fueron difundidos por sus devotos discípu-
los, siete de los cuales se dejaron la vida en su
labor apostólica. Pero uno de estos discípulos
fue excepcional en numerosos aspectos. Johann
Christian Fabricius (1745-1808), danés, estudió
con Linneo en Uppsala entre 1762 y 1764 y fue
nombrado profesor de la Universidad de Kiel de
1775 hasta su muerte. Autoproclamado “Prín-
cipe de la Entomología”, describió unas 10.000
especies de insectos. No reconocía la prioridad
de los demás autores y en numerosos casos mo-
dificó los nombres dados por éstos a géneros y
especies, por no ser de su gusto o considerar-
los inadecuados. Numerosos autores (no sólo
en Entomología) se apuntaron a esta costumbre,
instaurando el denominado “principio de auto-
ridad”.
En los años siguientes, en plena época de la
exploración de las nuevas tierras descubiertas
en el globo, el número de especies de plantas y
animales descubiertos y descritos creció de ma-
nera desorbitada y sin control. Los nombres se
daban sin ningún apego a las reglas de las gramá-
ticas latina y griega, lo que llevó al gran zoólogo
suizo-estadounidense Louis Agassiz (1807-1873)
a escribir en su obra de 1846
Nomenclator Zoo-
logicus
el lamento “O barbariem!” mientras se
aplicaba a la ingente tarea de modificar la grafía
de unos 400 nombres genéricos que juzgó poco
ortodoxos, aumentando así la carga de nombres
innecesarios.
El principio de autoridad consistía fundamen-
talmente en usar en cada grupo animal los nom-
bres propuestos por el máximo especialista en
el grupo. Por discrepancias en la identificación de
ese “máximo especialista”, que se hacía en base
a la nacionalidad o las filias y fobias personales
“Linneo inventó la
nomenclatura binominal en
la que el nombre de la especie
se compone de dos palabras,
la primera corresponde al
género y la segunda a la
especie concreta”
El Museo de Historia natural Lee Kong Chian, en la Universidad de Singapur, ubicación actual de la Secreta-
ría de la ICZN. / Heok Hui Tan/LKCNHM